Una tarea urgente para los bancos: Contextualizar sus productos financieros

En un mundo cada vez más digitalizado, los consumidores y las empresas buscan servicios financieros más rápidos, personalizados y accesibles. La revolución de las "finanzas contextualizadas" está permitiendo que cada vez más instituciones financieras, y no financieras, ofrezcan soluciones más cercanas y mejor adaptadas a las necesidades y comportamientos de los usuarios. Esta nueva realidad está cambiando la forma en que los bancos interactúan con sus clientes, y la clave de este cambio reside en tener una mentalidad centrada en el consumidor.
Las finanzas contextualizadas se refieren a la integración de servicios financieros directamente en las plataformas o productos de empresas no financieras, sin necesidad de que el consumidor interactúe directamente con un banco de forma tradicional. Es decir, en lugar de acudir a una sucursal bancaria o pasar el dedo por aplicaciones bancarias independientes, los consumidores pueden acceder a productos financieros mientras realizan sus actividades cotidianas, ya sea comprando por Internet o utilizando una app.
Un claro ejemplo de esta tendencia se observa en plataformas de medios sociales como Instagram o TikTok. Han habilitado un mercado dentro de sus propias interfaces. En lugar de enviar a los usuarios a un sitio web externo o a una tienda independiente, estas plataformas permiten a las marcas vender directamente dentro de la aplicación. Este fenómeno no sólo mejora la experiencia de compra, sino que también simplifica los procesos de pago al integrar opciones dentro de la misma plataforma y permite a las plataformas generar/captar ingresos de las ventas/compras de sus clientes/usuarios.
Este concepto de integración perfecta de servicios en un entorno familiar y cómodo para el usuario también puede aplicarse al sector financiero. Las entidades financieras están empezando a ofrecer servicios directamente a través de canales no tradicionales, como plataformas de comercio electrónico, aplicaciones de transporte o incluso mediante asociaciones con grandes empresas para llegar a las pymes. Esta estrategia supone una enorme oportunidad para que los bancos y otras entidades financieras creen nuevos canales más cómodos y relevantes para los consumidores.
Una mentalidad enfocada al cliente
El enfoque de las finanzas contextualizadas es claro: el cliente. Este modelo sitúa a éste en el centro de la estrategia, adaptando los servicios a su comportamiento, expectativas y necesidades en tiempo real. En lugar de esperar a que los clientes busquen activamente servicios financieros, las finanzas contextualizadas les ofrecen soluciones exactamente cuando y donde las necesitan.
Por ejemplo, en lugar de hacer que un cliente bancario solicite un préstamo a través de una aplicación bancaria independiente, podría recibir una oferta personalizada directamente al comprar un artículo en línea. Del mismo modo, una pequeña o mediana empresa (PYME) podría acceder a soluciones de financiación integradas en la misma plataforma que ya utiliza para gestionar su inventario.
Esto no sólo mejora la experiencia del cliente, sino que también abre la puerta a la adopción de servicios financieros entre sectores o mercados que antes podrían no haberse planteado acceder a ellos. Al integrar estas soluciones en sus plataformas, las empresas pueden ofrecer productos financieros accesibles a un mayor número de usuarios, sin necesidad de intermediarios.
La creación del "agente 2.0"
En este contexto, surge un nuevo concepto dentro de las finanzas contextualizadas: el "Agente 2.0". Este término describe el papel que pueden desempeñar las grandes empresas, junto a las entidades financieras. Se convierten en un canal seguro y eficaz para ofrecer productos personalizados a las pequeñas y medianas empresas (PYME). Gracias a las relaciones existentes y al conocimiento de sus redes, estas grandes empresas pueden actuar como intermediarias entre los proveedores financieros y las PYME, que a menudo tienen dificultades para acceder a productos financieros de calidad.
En cuanto a los bancos, este modelo presenta una oportunidad única: en lugar de depender únicamente de los canales tradicionales para llegar a las PYME, "el Agente 2.0" permite ampliar la distribución de soluciones financieras sin necesidad de grandes inversiones de adquisición. Las empresas, gracias a sus sólidas cadenas de valor, sirven de puente natural entre clientes y distribuidores. En última instancia, esto crea un impacto beneficioso para todos: para las propias corporaciones, para las PYME y para los bancos e instituciones financieras. Para los bancos y las IF, genera especialmente:
- Oportunidades de crecimiento: Desbloquear nuevas fuentes de ingresos en pagos y préstamos al tiempo que se profundiza en la cartera y el compromiso de las PYME.
- Menores costes de adquisición: Utilizar a las empresas como socios de distribución para reducir los costes de adquisición de PYME y expandirse a nuevos mercados.
- Préstamos más seguros: Reduzca el riesgo de los préstamos confiando en empresas que investigan y supervisan a los socios dentro de su cadena de suministro.
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Suscripción más inteligente: Aprovechar los datos del ecosistema para mejorar la visibilidad del riesgo y tomar decisiones crediticias más rápidas y precisas.
Las finanzas contextualizadas están acelerando la entrada en una nueva era para el sector financiero, en la que la tecnología, la personalización y la accesibilidad convergen para crear experiencias más adaptables. Con el rápido avance de la tecnología, las empresas e instituciones financieras disponen ahora de más herramientas que nunca para acercar los servicios financieros a particulares y empresas, con ofertas realmente adaptadas a sus necesidades.
Una plataforma para hacerte crecer
Ofrecer con éxito financiación contextualizada requiere algo más que innovación: exige una sólida base de confianza, seguridad y cumplimiento. Para los bancos y las instituciones financieras, esto significa navegar por marcos regulatorios complejos, desde los requisitos de licencias locales hasta estándares globales como PSD2 y PCI DSS.
Igualmente crítica es la gobernanza de los datos: las finanzas contextualizadas dependen de la recopilación, integración y análisis de datos de múltiples fuentes; sistemas ERP, plataformas CRM y flujos transaccionales a través de redes de pymes. Una gobernanza adecuada garantiza que la información sensible se maneje de forma segura, se utilice éticamente y se transforme en información procesable que impulse una suscripción más inteligente, previsiones más nítidas y productos financieros altamente relevantes.
En la práctica, esto significa que cualquier empresa puede lanzar ofertas financieras específicas del sector a sus clientes PYME, aprovechando la plataforma de Toqio para gestionar el cumplimiento, integrar datos en tiempo real y automatizar los flujos de trabajo. Al mismo tiempo, los bancos y las instituciones financieras pueden actuar como proveedores de confianza detrás de estas soluciones, utilizando las redes corporativas para acceder a clientes examinados, reducir los costes de adquisición y minimizar el riesgo. El resultado es un ecosistema en el que coexisten la innovación, la regulación y la excelencia operativa, permitiendo una comercialización más rápida y soluciones financieras más impactantes.
Con Toqio, los bancos y las instituciones financieras no sólo se adaptan a un mundo digital, sino que lo lideran. Al adoptar un enfoque centrado en el consumidor, integrar el cumplimiento y la gobernanza de datos desde la base y aprovechar un mercado de socios colaborativos, las finanzas contextualizadas se convierten en una estrategia escalable, segura y orientada al crecimiento. El futuro de los servicios financieros está aquí, con Toqio convirtiendo la oportunidad en impacto.
Por Mike Galvin Cofundador y Director de Asociaciones de Toqio
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